“Damas y caballeros, bienvenidos a la violencia”. Con hebilla, cinturón y botas, Tura Satana fue la bailarina burlesca convertida en heroína de acción que rompió los corazones y los huesos de todos los hombres que se cruzaron con ella. El difunto ícono es mejor conocido por su papel como la asesina bailarina go-go Varla en la película de culto de Russ Meyer Faster, Pussycat. ¡Kill! ¡Kill! (1965), durante el transcurso de las cuales realiza carreras de resistencia a través del desierto, desata algunas de las frases ingeniosas más maliciosas que han llegado al celuloide, la mayoría de ellas improvisadas, y generalmente patea traseros patriarcales.
Pero su vida fue más extraña que la ficción, habiendo vivido las tramas de varias películas de gran éxito antes de cumplir 16 años. Nacida en Hokkaido, Japón, pasó un tiempo en un campo de reubicación japonés en California durante la Segunda Guerra Mundial con su familia. Caminando a casa desde la escuela justo antes de su décimo cumpleaños, cinco hombres la violaron en grupo. Según Satana, sus atacantes nunca fueron procesados y se rumoreaba que el juez había sido sobornado. Cuenta cómo esto la impulsó a aprender artes marciales, como aikido y kárate. Durante los siguientes 15 años, localizó a cada violador y se vengó. “Me prometí a mí misma que algún día, de alguna manera, me vengaría de todos ellos”, dijo años después. “Nunca supieron quién era yo hasta que se lo dije”. Por esta época, formó una pandilla, “los Ángeles”, con chicas italianas, judías y polacas de su barrio. En una entrevista con Psychotronic Video, dijo: “Teníamos chaquetas de motociclista de cuero, jeans y botas… y pateábamos traseros”.
Desde el circuito burlesco hasta el ícono de la película B, Satana siempre te hacía señas para que te acercaras con una mano solo para cortarte con la otra. Su estilo único rompió por sí solo el molde de la feminidad de los años 60: como dice Billie en Faster Pussycat: “Es linda, como un guante de terciopelo fundido en hierro”.
Pasando la mitad de su carrera complaciendo a los hombres, como Miss Japan Beautiful en el circuito burlesco, y la otra mitad reduciéndolos, el papel de Satana como una mujer de fantasía subvirtió los tropos femeninos del estilo de los años sesenta. Combinando fuerza con sensualidad en su apariencia, el delineador de ojos y las cejas de Satana eran tan nítidos como su diálogo en pantalla, y con su peinado de colmena estaba más alta que la de cualquier otra persona.
Su primer papel cinematográfico adecuado, como una prostituta parisina impenitente, Suzette Wong, en Irma la Douce (1963), pudo haber sido pequeño, pero mostró su capacidad para canalizar su poderosa sensualidad a la gran pantalla. El mejor ejemplo de su contraste con las reglas usuales de atracción en esa época es Faster, Pussycat! Kill! Kill!: ella es marcadamente diferente a los otros personajes femeninos en esa película, como la adolescente en bikini que la pandilla termina secuestrando, e incluso su compañera. cómplice Billie. Billie (Lorrie Williams) con sus mechones rubios platinados, sus pantalones calientes y su sonrisa constante es el polo opuesto al traje completamente negro y ceñido de Satana, su flequillo despuntado y su fuerte rostro de perra en reposo.
Rompió con los estereotipos asiáticos en la pantalla
Nacida en Japón pero con antecedentes que incluían herencia japonesa, filipina, india cheyenne e incluso escocesa, la belleza de Satana era una perspectiva única en el cine, como Satana lo expresa sin rodeos en el libro de Pamela Des Barres Pasemos la noche juntos (2007), “ No se suponía que las orientales fueran tetonas como yo”. Pero nunca fue alguien que se adhiriera a los estereotipos orientales en sus actuaciones, incluso su acto burlesco, mientras conjuraba fantasías de geishas para el público, incorporó asombrosos disfraces teatrales y auténticos movimientos de artes marciales. Como la temible protagonista de Faster, Pussycat! Kill! Kill!, rompió el estereotipo de Hollywood de que las mujeres asiáticas son sexualmente disponibles y sumisas, aplastando a los aburridos muchachos estadounidenses bajo sus botas hasta la rodilla.
Sus pandillas de chicas estaban en la cima de la popularidad
Satana rara vez lo hizo sola en el cine como en su vida: como dice la voz en off de apertura de Faster, Pussycat, estos gatos merodean en manadas y solos. Los roles de Tura Satana básicamente establecieron el plan para las pandillas de chicas geniales: el equipo BBHMM de Rihanna, las Switchblade Sisters (1975), Thelma & Louise (1991) y no menos importante, Charlie’s Angels (1976) probablemente no podrían haber sucedido sin Faster, Pussycat. El trío en esa película podría ser bailarines go-go en un club, pero su alboroto de secuestros, asaltos y asesinatos los convierte en el escuadrón definitivo para destruir el patriarcado. No olvidemos el papel de Satana como uno de los cinco operativos en bikini y armados con armas en The Doll Squad (1970) de Ted Mikels, donde pasa de bailar exótico a salvar el mundo con la líder Francine York .
